Batalla de la Roca del Diamante (1805)

Tras la batalla del cabo de Santa María de 1804 que vimos en el anterior post, en Diciembre del mismo año España declara oficialmente la guerra a Inglaterra, aliándose así a la Francia de Napoleón que pretendía invadir Gran Bretaña.

La siguiente batalla entre el bando aliado e Inglaterra se produciría entre el 31 de Mayo y el 2 de Junio de 1805. Esta vez no tendría lugar en Europa sino que lo haría en el mar Caribe, y más concretamente en el islote Roca del Diamante, situado a 3 kilómetros de la isla de Martinica.

Conviene recordar que a principios del año anterior de la batalla, en el 1804, el islote había sido tomado por el bando inglés. Un grupo de hombres comandados por el entonces comandante James Wilkes Maurice había desembarcado en el islote y fortificado el mismo con cañones izados mediante un cable.

La decisión de tomar el islote vino por parte de Sir Samuel Hood, que había ayudado a Nelson a derrotar a los franceses en la batalla del Nilo en 1798 y se encontraba combatiendo en el caribe. Hood convino que el islote era un punto estratégico y que le permitiría bloquear el acceso de los barcos franceses a las islas de Martinica y Guadalupe.

El islote era considerado por los ingleses como un barco enemigo capturado más, recibía el nombre de Fort Diamond y a su cargo estaba Maurice recién ascendido a capitán.

La primera reacción francesa fue de mantenerse a la espera. Desde la isla de Martinica eran capaces de vigilar el islote; ambos combatientes se mantuvieron a la espera, a los ingleses no les interesaba la isla, simplemente querían bloquear el paso de los barcos franco-españoles que debían pasar cerca del islote para llegar a las islas del caribe.

Tras un leve intento de asaltar el islote, la verdadera batalla estaba por llegar. Una flota Pierre Charles Silvestre de Villeneuve había llegado a la bahía Fort-de-France en Martinica con el objetivo de entrar en batalla con Inglaterra.

Captura de la Roca del Diamante. Pintura de Auguste Mayer

Captura de la Roca del Diamante. Pintura de Auguste Mayer

Tras algunas indecisiones por parte de Villeneuve, se decidió finalmente a atacar a Inglaterra. Quizá fue un poco precipitado ya que simplemente bloqueando el islote podría haberlo hecho rendir por la falta de agua y suministros que se disponía en el mismo. Puso al frente del asalto al capitán Julien Marie Cosmao-Kerjulien que contaba con 2 navíos de linea, 11 cañoneras, 1 corbeta, 1 goleta y casi 400 soldados para enfrentarse al centenar de hombres que defendían el islote. Entre esos barcos y soldados, estaba la ayuda del general español Federico Gravina.

El 31 de Mayo, Cosmao-Kerjulien ordenó que fueran cuatro cañoneras españolas las que primero se acercaran y desembarcaran en el islote mientras eran protegidas a distancia por los cañones del resto de la flota. Aún perdiendo bastantes hombres en relación a las fuerzas de cada bando, el 2 de Junio los aliados sitiaron en la parte superior de la roca a los ingleses, que tras las habituales negociaciones (que duraron 3 días), tuvieron que rendir el islote y devolverlo a manos aliadas.

Los ingleses fueron apresados y entregados al asentamiento británico de Carlisle Bay, en la isla de Barbados. Allí se juzgó al capitán Maurice por su derrota pero salió absuelto al considerar el jurado que hizo cuanto pudo por Inglaterra y que sólo se rindió cuando la victoria era imposible.

Por su parte, Villeneuve y Gravina volvieron a Europa y continuaron luchando hasta la batalla de Trafalgar donde cada uno a pesar de luchar en el mismo bando alcanzó diferentes honores, mientras el francés perdería la confianza de Napoleón, el español fue ascendido a capitán.