Passio Albani
Aunque no existe una confirmación exacta, el texto Passio Albani, La pasión de San Albano en castellano, se atribuye a la experiencia vivida por Germán de Auxerre, obispo de la ciudad del mismo nombre, Auxerre, en la Galia romana.
Para combatir la herejía del Pelagianismo, Germán de Auxerre (378 – 448) fue enviado a Britania, uno de los principales centros de difusión de la herejía, en el año 429. Es en ese viaje cuando se le atribuye la Passio Albani, experiencia que más tarde, alrededor del 480, sería referenciada por Constancio de Lyon en su obra Vita Germani que versa sobre la vida de Germán de Auxerre.
Germán se encontraba en la basílica donde estaba enterrado Albano y al que se rendía culto, hecho este último que desconocía. Estando allí tuvo una visión. Se le apareció el mismo Albano, fallecido siglos antes, y le contó su historia como mártir por la iglesia cristiana. Albano no era cristiano pero por compasión acogió en su casa a un sacerdote cristiano que era perseguido por las tropas romanas. Se apiadó del cristiano tanto que decidió permitirle huir tras intercambiarse las ropas antes que llegaran los soldados. Cuando llegaron éstos, apresaron a Albano creyendo que era el sacerdote cristiano y lo llevaron ante el gobernador, que descubrió enfurecido que no era el sacerdote que buscaban sino un impostor. En ese momento Albano se declaró cristiano y fue condenado a muerte como había sido el sacerdote cristiano en su momento.
Durante el trayecto al lugar de ejecución, Albano realizó diversos milagros, por ejemplo detuvo la corriente de un río que debían atravesar . Esto hizo que convertirse incluso al verdugo que lo habría de ejecutar.
Antes de ser decapitado, Albano fue martirizado con latigazos, pero eso enfureció más a los soldados, ya que veían que Albano parecía no sufrir dolor alguno. Finalmente fue decapitado por un segundo verdugo (el primer verdugo convertido sería ejecutado a continuación).
De esta forma, Albano se convirtió en el primer mártir inglés. Su festividad se celebra el 22 de Junio, el día en que fue ejecutado.
El texto ha llegado hasta nuestros días en seis manuscritos. Estos manuscritos difieren en su contenido ligeramente y fueron identificados a principios del siglo XX por el alemán W. Meyer. Meyer identificó tres versiones, a las que denominó por las iniciales donde se encontraban: T, P y E. Respectivamente, Turín, París y Einsiedeln. De la versión de Einsiedeln existen 3 copias adicionales conservadas en la British Library, en la asociación londinense de Gray’s Inn y en la población francesa de Autun. Desgraciadamente, aún no hay ninguna copia digitalizada. así como tampoco del manuscrito del siglo XIII de Mathew Paris: “The Life of St. Alban” del que está tomada la imagen de este post (pero que es accesible para los estudiantes del Trinity College de Dublin)
Para profundizar en el tema, seguramente mucho más accesible es acudir al lugar del crimen, al pueblo de St Albans en el sureste de Inglaterra y disfrutar de la catedral y abadía y de la romería que tiene lugar cada año alrededor del 22 de Junio.